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Entrevista: ¡20 años ya de abogado ejerciendo en Coruña!

E: ¿Que fue lo primero que sentiste hoy al despertar?

P: ¿aparte de a la nenita pidiéndome el colacao un domingo a las ocho y media de la mañana? jajajajaj...pues que todavía me quedan otros 20 o 25 años de dar guerra. ¡Ya llegué a la mitad!. ¡Y ha sido tan rápido!

E: ¿Cual fue el mejor momento?

P: Aunque hubo tres, yo escogería febrero de 1997. Era mi séptimo año de una carrera de cinco cursos, me quedaban tres asignaturas, y estaba pasando un mal momento personal. Un amigo me dijo que le echase una mano con una conciliación civil que le había interpuesto una aseguradora y no hacía falta llevar abogado colegiado. Ni me lo pensé dos veces. Cuando llegué allí de repente supe todo lo que había que hacer y decir. Fue como una sensación mágica: todos los disgustos, sinsabores, y noches sin dormir habían valido para algo. ¡No tenía la carrera terminada y ya había sacado adelante mi primer caso!. A partir de ahí vino todo rodado.

E: ¿Y los otros dos?

P: Cuando ganamos a una de las diez mejores empresas de este país defendida por Uría y Menéndez, el mejor despacho de abogados de España y del mundo latino. Fue como ganar una final frente al Real Madrid. Ese y un pleito donde defendí a mis padres por un problema de terrazas. Tenía solo 29 años y acababa de ganar en la Audiencia Provincial de La Coruña. Son de esos días que parece que uno ha nacido para esto, donde todos los malos momentos toman significado para lograr los buenos.

E: Eso. ¿Cual fue el peor?

P: El peor cuando perdimos el pleito de las terrazas en Primera Instancia. Me recuerdo a mi mismo desesperado en un banco de la plaza de Vigo en A Coruña, sin ver salida a nada y entonces, acudimos al abogado, decano, y profesor de derecho Antonio Platas, para que representase a mis padres. Se negó en redondo y dijo que yo estaba preparado de sobra.  Me llevó a su despacho y me dió una clase magistral personal y gratuita que nunca olvidaré, aparte de transmitirme toda la confianza del mundo. Noté todo el peso del mundo sobre mis hombros pero a un tiemo me sentí capaz y decidido. Recuerdo cuando empecé a hablar en la Audiencia que todo el mundo me miraba con atención. Aquel día aprendí que no se puede dejar de tener fe en uno mismo, y que el peor momento de una vida puede dar pie a uno de los mejores.

E: ¿en 20 años algún otro momento malo hubo no?

P: Si. Ahora mismo estamos en medio de la Huelga de Justicia de Galicia más larga que se recuerda. Es muy mal momento ya no solo porque nos afecta tanto a los ciudadanos como a los procuradores y abogados, sino porque parece que a los políticos y sindicatos solo les importan sus bolsillos y no los derechos fundamentales de los ciudadanos. Es como si les diese igual que  tres pilares básicos de la democracia y el Estado de Derecho (Justicia, Sanidad y Educación) se desintegrasen poco a poco. Cuando yo empecé en 1998 la Justicia era lenta y obsoleta pero poco a poco fue avanzando a toda velocidad hasta que empezó la crisis. A partir de 2008 los derechos fundamentales (junto con los económicos) de los ciudadanos no dejan de retroceder

E: Eres un poco duro ¿no?

P: No te creas: políticos y sindicatos son elegidos por los ciudadanos y afiliados para representar los intereses generales, y no los particulares. Hace muchos años que el Ministerio de Justicia tenía que haber creado más juzgados y personal junto con mejores medios técnicos y hace mucho también que los sindicatos tenían que haberse centrado en colaborar para mejorar la justicia y no solo para reclamar como si estuvieramos en los tiempos del patrono y el obrero sobreexplotado. Unos y otros viven en épocas pasadas, mientras los ciudadanos viven en un 2018 desesperanzador.

E: ¿Y si fueras Ministro de Justicia que harías para solucionar sus problemas?

P: Es mucho más facil de lo que parece: crearía conciliaciones obligatorias como la del S.M.A.C laboral en todas las jurisdicciones. ¿Sabías que casi la mitad de los despidos y reclamaciones de los trabajadores se arreglan en el S.M.A.C? Subiría las condenas en costas a las grandes empresas para obligarles a alcanzar acuerdos antes de llegar a juicio. Lo único que ha hecho el gobierno estos últimos años es crear una injusta tasa y la Ley de Mediación, que con todos mis respetos, no han servido de nada. Las conciliaciones tienen que ser obligatorias. Hay muchos pleitos que se celebran sin que los litigantes ni siquiera hayan intentado negociar y eso no puede ser. 

E: ¿Y los abogados que teneís que cambiar?

P: Casi todo. Hay que pasar de abogado litigador a abogado negociador. Hay que modernizarse, incorporar nuevas tecnologías y nuevas formas de cobrar al cliente. El abogado del futuro será un experto en resolver problemas judiciales sin pisar un juzgado. Esa es la línea que en "Carvajal de la Torre Abogados" llevamos muchos años explorando implantando y enseñando a la gente que hemos tenido en pasantía o trabajando para nosotros. 

E: ¿Que le dirías a un abogado o abogada que empieza?

P: Que intente no pensar en el dinero de hoy sino en las ganancias de mañana. Somos como agricultores que sembramos hoy y recogemos el año que viene. Que no tenga miedo, tenemos la mejor profesión del mundo, la que te permite enfrentarte al empresario más poderoso de España y ganarle.

E: Eso ¿Lo has dicho en serio?

P: Totalmente, os podeís imaginar de quien hablo. No puedo dar detalles, solo que la situación de mis clientes con respecto a ellos era muy delicada. Hice un par de llamadas, puse las cosas claras y a la tarde llegamos a un acuerdo y les pagaron.

E: Nunca tienes miedo...

P: De los poderosos nunca. En España hay muy buenos y muy justos jueces. Y en cuanto a los delincuentes, el último que me quiso atracar le dije que al día siguiente iría a buscarlo al calabozo, que era abogado de oficio. Me dijo que tampoco era para ponerse así, jajajajjaja.

E: La pregunta del millón: ¿nunca te han querido comprar?

P: Nunca. A los abogados nunca se les compra, es una leyenda urbana. Se intenta comprar al Juez o al propio cliente. En 20 años solamente lo vi una vez de mis propios clientes y lo sospeché de un Juez. Creo que no esta mal, teniendo en cuenta que al año puedes tener unos setenta u ochenta juicios...la gente cree que en la Justicia el soborno está a la orden del día y no es cierto: en las apuestas deportivas, entidades financieras, partidos políticos y similares hay mucha más corrupción.

E: Por último: en un día tan señalado, ¿Que le puedes decir a tu familia?

P: A mis padres y hermanos, que les debo todo. Nunca han dejado de tener fe en que levantaría un despacho de abogados de la nada. Y a ti personalmente, gracias por estos cinco años juntos, aún en medio de una crisis tan grande. Aún eramos novios y tuve el privilegio de defenderte frente a aquel injusto despido. Es duro defender a la gente que quieres pero después piensas que a fin de cuentas vine al mundo para eso: para defender a la gente a la que quiero, sin violencia ninguna. Es la esencia del abogado.

Pablo Carvajal de la Torre

Entrevistadora: Buchi Afri.

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