- Las rotondas, sobre todo las de entrada a grandes ciudades y polígonos industriales, son testigos mudos cada semana de millares de pequeños y no tan pequeños accidentes; todo ello debido a los despistes y sobre todo al desconocimiento u olvido de cuatro normas básicas:
- Al contrario que en el resto de intersecciones, el vehículo que ya está incorporado a una rotonda y viene por la izquierda, tiene preferencia sobre el que se va a incorporar.
- A las rotondas se accede y se sale SIEMPRE POR EL CARRIL DE LA DERECHA. Dicha regla tiene dos excepciones:
- Si para incorporarse hay dos o más carriles, y el derecho está ocupado, podemos acceder desde el izquierdo.
- Para salir deberemos utilizar siempre el derecho, a no ser que las líneas en la calzada permitan también abandonarlo desde el carril izquierdo.
- SIEMPRE QUE CAMBIEMOS DE CARRIL Y PARA ENTRAR Y SALIR DEBEREMOS DE UTILIZAR EL INTERMITENTE.
- Si hay varios carriles o hacemos un giro de 180º grados podemos utilizar cualquier carril, pero para entrar o abandonar la rotonda haremos cambios progresivos, con el intermitente puesto, y cerciorándonos de que no viene ningún otro coche.
- Los errores más comunes son no observar estas normas, no ceder el paso a los que están dentro de la glorieta, acortar la glorieta por su parte central cuando seguimos por el mismo sentido, o acortarla asimismo cuando hacemos un giro de 180º, todo ello sin intermitentes y saltándonos varios carriles de una vez.
- En resumen:
- Siempre tiene preferencia el que está dentro sobre el de fuera.
- Siempre hay que tratar de circular por la derecha, y abandonar la glorieta por el carril derecho.
- Los cambios de carril deberán de ser paulatinos, con el intermitente y sin cortar la trayectoria a otros vehículos que circulen por el mismo.
- Solo así podrá asegurarse una feliz vuelta del trabajo
fuente: Dirección General de Tráfico. Copyright de la página: Carvajaldelatorreabogados.com