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Tamara Falcó, Íñigo Onieva y bodas canceladas

El matrimonio y la hipoteca, los dos grandes contratos de nuestra vida

Muchísimas personas a lo largo de nuestra vida solamente firmaremos dos grandes contratos: el del matrimonio y el de la hipoteca. Ambos tienen la friolera de dos mil años de antigüedad y también coinciden en la finalidad: asegurar un futuro y una supervivencia. También comparten su origen: la entrega de unas arras o señal para evitar que tanto el futuro marido como el futuro comprador de una vivienda se echen atrás en su compromiso y perjudiquen a la otra parte. Si no me creen, ¿Qué han pensado que es un anillo de compromiso realmente? En realidad son unas arras penitenciales, es decir: si el novio se echaba para atrás y había que cancelar la boda, la novia despechada se quedaba con el anillo y viceversa.

En realidad, las “arras” o monedas que se dan (o se prestan) en las bodas canónicas más tradicionales son “confirmatorias” al igual que lo es una entrega a cuenta de un piso ya formalizado. Pero los tiempos cambian, aunque las formas no tanto. Así pues, aunque el anillo de compromiso tiene un cierto valor económico, el precio del convite normalmente lo quintuplica, y la cancelación de una boda desde el punto de vista económico no se compensa ni con un diamante de varios quilates. Tampoco existe ya la famosa “dote” de la novia, aunque los padres más tradicionales y pudientes regalen un piso o una fuerte suma de dinero a los recién casados.

No cabe duda de que cuando hablamos de una marquesa famosa (Tamara Falcó) y un novio adinerado (Íñigo Onieva) el compromiso es mucho más que un compromiso y la ruptura, un asunto mediático. Y se supone que el incumplidor del contrato es Íñigo Onieva, por romper uno de los elementos esenciales del matrimonio canónico (la fidelidad) y que la despechada se cobra la indemnización por la ruptura por medio de suculentas exclusivas a las revistas del corazón. Y es que desde un punto de vista jurídico-económico, Doña Tamara Falcó ha sacado mucho más del noviazgo que Don Íñigo Onieva, que se va con una experiencia extramatrimonial más y una novia marquesa menos.
Como acabamos de ver, en derecho nunca está claro quién es la víctima y quién el verdugo. Pablo Carvajal de la Torre. Abogado experto en divorcios y medidas paternofiliales.